A dos semanas de la fecha límite para la inscripción de frentes electorales, Cristina Kirchner sorprendió con el anuncio de la fórmula que, a diferencia de lo que se esperaba, propone a Alberto Fernández como candidato a Presidente y reserva el lugar de Vice para la ex mandataria.
18-05-2019
El anuncio de una fórmula "Fernández-Fernández" rompió la parsimonia periodística y descolocó absolutamente todas las especulaciones que se tejían en torno a la posible candidatura o no de la ex Presidenta. En ninguna de las hipótesis vertidas en los pasillos de la política, se había previsto un anuncio de esta naturaleza. Ni siquiera, en el marco de aquellos que analizaban que quizá eligiera no ser candidata.
Ninguno vaticinó, no obstante, que eligiera ser la segunda de la fórmula y menos aun, que el primero fuera el ex Jefe de gabinete, con quien se había reconciliado hace algunos meses y que aun así, seguía sosteniendo las críticas sobre alguna de las medidas que había llevado adelante Cristina Kirchner en su segundo mandato.
Anunciarlo, además, a días de la fecha límite para la inscripción de Frentes electorales allana el camino de la unidad y deja con pocas herramientas a quienes sostenían que el límite era Cristina. Entre otros, ya se espera un anuncio de Sergio Massa que podría sellar un acuerdo encabezando una fórmula en la provincia de Buenos Aires.
De este modo, la ex mandataria sorprende una vez más con una decisión que en principio generó incluso polémica entre las filas ultra kirchneristas que esperaban verla convertida nuevamente en Presidenta, y dejó sin palabras a la oposición que pasado el minuto de asombro, esbozó una réplica al estilo de "es una maniobra para resguardarse en el Senado" o incluso rememoraron el "Cámpora al gobierno, Perón al poder", hablando de una posible estrategia en la que una vez asumido el cargo, renunciara el Presidente para asumir ella.
Sólo en el bunker macrista, y pensando en un electorado que repite sin analizar, podría pergeñarse una respuesta de este tipo.
Las encuestas de las últimas semanas daban como ganadora a Cristina Fernández en cualquier escenario. Incluso, si la candidata del oficialismo fuera María Eugenia Vidal en lugar de Mauricio Macri. Sin embargo, más que sortear la instancia electoral a Cristina Kirchner le preocupa cómo será gobernar los próximos cuatro años con un país en declive, una economía en recesión, inflación y condicionada por la deuda contraída. En ese marco se entiende la decisión de buscar un espacio político que electoral y gubernamentalmente sea más amplio y le garantice a quien asuma, el apoyo necesario en el Congreso para la sanción de leyes claves en la toma de decisiones.
La mención a Alberto Fernández cuando presentó su libro en la Rural fue un preanuncio. Para algunos en su entorno, es un tema que rondó permanentemente en las reflexiones de la ex presidenta. Pero que la decisión final fue en las últimas 48 horas e incluso, se la habría anunciado el propio Alberto Fernández a los intendentes bonaerenses con los que ayer compartió una reunión en la que también estuvo presente Máximo Kirchner.
Este paso al costado de Cristina impacta de lleno en la estrategia del oficialismo. Sin ella, toda la batería de denuncias pierde peso y la estrategia política deberá ensayar otra vía que no sea la judicial ni se apoye en la foto de Cristina entrando a Tribunales.
Además, si este gesto termina acercando a otros dirigentes como Sergio Massa y los gobernadores que miraban con simpatía una candidatura de Roberto Lavagna (que en este escenario se ver absolutamente desdibujada) el riesgo del oficialismo es perder en primera vuelta, sin siquiera la chance de llegar a un balotaje.
Por lo pronto, vendrán días de reuniones, acuerdos y "rosca" que tendrá además, un fuerte impacto en las decisiones de Cambiemos.
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